Soñé contigo, no sé si porque te extraño, o porque no paré de hablar de ti en la noche.

A veces vienes y te vas, tal como el último clima, vientos que nunca se detienen.

Ultimamente siento que ya no soy parte de mi, de momentos abro los ojos y me siento ajena a mi cuerpo. Todos a mi alrededor se vuelven extraños y de quien único me acuerdo, es de ti.

Aún, me hace feliz que estés feliz, cuando me acuerdo...

No lo es.

Puede ser que la nueva perspectiva que tengas, refleje un abismo, y sólo rastros de lo que en un segundo fue una galaxia.

Aún así, mis ojos despiertan a una realidad sombría e incomparable.

El desvelo y la intoxicación no son remedio para un alma herida, ni tan poco regresarán el tibio sabor de lo expreso.

Tu idea, sin embargo, continuará alimentando la embriagadora pesadilla... que me inspira a soñar.

No puedes ser más imbecil, porque no tienes más frente, y eso, que la tuya es lo suficientemente grande. Vamos, no seamos crueles, quizás no es tan considerablemente grande y es solo la gran falta de cabello la que no te hace justicia. Sólo quiero que sepas que me enfermas, me hartas, no sabes todas las cosas que desearía poder hacerte ahora, pero si existe un Dios, y nos mantiene separados por piedad a ti.

Espero que algún día descubras tu inmadurez, y lo poco que eres, lo aburrido que son los minutos escuchándote y lo torturada que me sentía haciéndolo, en pocas palabras sólo quiero que sepas que yo soy DEMASIADO PARA TI. :) ahora puedes ir y pudrirte en el infierno.

san valentin

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