Ven acá, siéntate un momento, seré breve, no te preocupes.
Y tienes razón, qué me queda ya por decirte? Si entre lágrimas y desvelos ya te lo he dicho todo, y volver a mencionarlo sonaría un poco a disco rayado?
Ay de ti asesino sin palabras, que haces más pesado lo que ya es dificil de cargar, y con tu tristeza me ahogas de llanto y melancolía. Qué no entiendes que te amé? qué no entiendes que te amo? De noche tus recuerdos me invaden y la brisa fría que entra por mi ventana en cada ráfaga grita tu nombre.
Pero tú, desequilibrado, sigue ahogándote en tus penas y haciéndote el de oidos sordos, que al final, mi conciencia está tranquila
No comments:
Post a Comment